Alimentación Consciente: una estrategia para regular el apetito y controlar las porciones

Nutrición

Por Marcela Barillas

La alimentación consciente es una práctica que consiste en prestar plena atención al acto de comer, estar presente en el momento e involucrar todos los sentidos en la experiencia de comer. Hace hincapié en ser consciente sin prejuicios de la comida, su sabor, textura, olor e incluso las sensaciones corporales durante el proceso de ingesta.

El concepto de alimentación consciente tiene sus raíces en la atención plena, una práctica meditativa originaria de las tradiciones budistas. La atención plena, en general, anima al individuo a ser plenamente consciente de sus pensamientos, sentimientos y entorno, sin ningún tipo de apego o juicio.

En el contexto de la alimentación, la alimentación consciente anima a las personas a ir más despacio y saborear cada bocado, fomentando una conexión más profunda con las señales de hambre y saciedad del cuerpo. Al estar presentes y centrados en la experiencia de comer, las personas pueden comprender mejor su relación con la comida, reducir la sobrealimentación y desarrollar una actitud más sana hacia la nutrición y el bienestar.

He aquí algunos principios clave de la alimentación consciente:

  1. Comer despacio. Tomarse su tiempo para masticar y disfrutar de cada bocado, permitiéndose experimentar plenamente el sabor y la textura de la comida.
  2. Prestar atención a las señales de hambre y saciedad. Ser consciente del hambre física y parar cuando nos sintamos cómodamente satisfechos.
  3. Involucrar los sentidos. Notar los colores, olores, sabores y texturas de los alimentos.
  4. Eliminar las distracciones. Evitar comer mientras se ve la televisión, se lee o se trabaja, ya que estas distracciones pueden llevar a comer sin pensar.
  5. Cultivar la gratitud. Reconocer y apreciar el esfuerzo realizado para producir los alimentos, así como los nutrientes que proporcionan.
  6. No juzgar. Evitar la autocrítica o la culpabilidad asociadas a la elección de alimentos y, en su lugar, abordar la alimentación con un sentido de autocompasión y comprensión.
  7. Servir raciones modestas. De esta manera evitará comer en exceso y desperdiciar comida. Utilizar un plato de no más de 15 centímetros de diámetro y llenarlo sólo una vez.

Practicar la alimentación consciente puede conducir a una experiencia alimentaria más placentera y satisfactoria, así como a una relación más sana con la comida y el propio cuerpo. También puede ayudar a las personas a estar más en sintonía con las necesidades de su cuerpo y a tomar decisiones alimentarias más sabias a largo plazo.

Fuente: Esto es azúcar

Comparte este artículo