Los alimentos funcionales están ganando popularidad a medida que los consumidores son cada vez más conscientes de la relación entre dieta y salud. Dado que todos los alimentos tienen ciertas funciones y componentes nutricionales, ¿qué diferencia a los alimentos funcionales?
Los alimentos funcionales son aquellos que contienen materiales bioactivos que pueden aportar beneficios para la salud más allá de la nutrición básica. Pueden ayudar a reducir el riesgo de ciertas enfermedades y trastornos, y a mantener el bienestar fisiológico.
Se consumen como parte de la dieta habitual o se administran en forma de alimentos enteros, normalmente en forma de alimentos enriquecidos (alimentos con componentes bioactivos nuevos o añadidos) o suplementos dietéticos: se trata de nutrientes aislados u otros ingredientes con funciones bioactivas, como las cápsulas de pescado.
Una característica destacada de los alimentos funcionales es que pueden consumirse como parte de una dieta variada de forma regular y pueden tener efectos sobre la salud, por ejemplo, revirtiendo el colesterol LDL anormalmente alto, sin necesidad de consumir medicamentos recetados. Esto es importante, ya que puede ayudar a prevenir efectos secundarios no deseados y resultar más rentable.
Los alimentos funcionales más populares aportan numerosos beneficios para la salud que van más allá de la nutrición básica. Muchos alimentos han sido reconocidos desde hace tiempo por sus propiedades curativas, como la miel, el aceite de oliva y el yogur. Investigaciones recientes han corroborado estas afirmaciones y han examinado muchos otros alimentos y sus componentes activos.
Cuando se consumen como parte de una dieta sana, los alimentos funcionales pueden prevenir deficiencias nutricionales, reducir el riesgo de enfermedades, promover un crecimiento y desarrollo adecuados y mejorar la salud.
Fuente: Esto es azúcar