Nuestro cerebro, nuestros músculos y nuestro sistema nervioso, necesitan una fuente rápida de energía. Una de las propiedades más importantes del azúcar de caña es su fácil absorción por el organismo. Cuando el azúcar entra a nuestro cuerpo se convierte rápidamente en energía, mientras que los edulcorantes tardan más y solo aportan el sabor dulce. En opinión de los nutriólogos y las organizaciones internacionales de la salud, comer azúcar de caña es bueno siempre y cuando se haga en cantidades moderadas. Por eso, consume azúcar de caña sin excederte. Es vital para tu metabolismo, ayuda a conciliar el sueño, nutre el cerebro y es 100% natural, además de sus diversos usos medicinales, entre ellos como cicatrizante y sellador de heridas.